
Una Noche de MTV, 1984
El aire en la sala de operaciones del Radio City Music Hall era una mezcla densa de cafeína, cables enredados y la excitación palpable de la primera gran noche de los MTV Video Music Awards. Flashes de luz azul y verde parpadeaban en los monitores, y una maraña de botones y deslizadores cubría los escritorios. En el centro de todo ese caos organizado, se encontraban dos hombres: Lenny, un veterano con gafas apoyadas en la punta de la nariz y una sudadera deshilachada de AC/DC, y Mike, más joven, con el pelo alborotado y una energía que parecía desafiar las horas que llevaban despiertos. Eran los cerebros detrás del sonido, los que hacían posible que la magia llegara a millones de hogares.
"¿Otra vez Madonna con la coreografía? ¡Por el amor de Dios, Mike, creí que me había caído el volumen de los micros!", gruñó Lenny, ajustando unos auriculares.
Mike soltó una carcajada. "Tranquilo, viejo. Es ella. La ves moverse y la mesa casi vibra sola. Esto es un circo, pero qué circo, ¿eh?"
"Un circo con buenos discos, al menos. Aunque me sigue sorprendiendo que los de MTV se arriesgaran con The Cars para el premio gordo", dijo Lenny, mirando de reojo una de las pantallas donde se proyectaba un resumen de la noche. "Digo, 'Thriller' sigue siendo el rey de la montaña, ¿no?"
"Sí, pero 'You Might Think' es un videoclip... diferente. Innovador, incluso para los estándares de MTV", respondió Mike, moviendo una perilla con precisión. "Y el álbum, 'Heartbeat City', es una joya. Ha sido el disco que más he quemado este año en mi equipo."
Lenny asintió. "No te lo discuto. The Cars siempre han tenido ese rollo distinto. Son New Wave, sí, pero con un toque que los hace únicos. Es como si juntaran lo robótico con el alma. 'Heartbeat City' es un ejemplo perfecto de cómo han madurado sin perder su esencia. El sonido es más pulido, más grande, pero sigue siendo Ric Ocasek con sus letras crípticas y la voz de Benjamin Orr que te acaricia y te golpea al mismo tiempo. Y la producción... pura magia. Se nota que Mutt Lange metió mano, les dio un brillo que antes no tenían, sin quitarles el alma."
"Exacto. Es un disco que puedes escuchar de principio a fin sin saltarte una sola canción. Tiene un equilibrio brutal entre los temas más pop y los más experimentales", añadió Mike. "Es el tipo de disco que pone de manifiesto que The Cars no son solo una banda de singles, sino que tienen una visión artística coherente. Es melancolía, es electricidad, es esa melodía que te hace bailar..."
"¡Atención, atención! Se acerca el momento del Video del Año", interrumpió una voz por el intercomunicador.
Lenny y Mike intercambiaron una mirada de complicidad. La pantalla principal mostraba a Dan Aykroyd y Bette Midler en el escenario, listos para anunciar el ganador.
You Might Think
"Ahí están. 'And the winner is... The Cars!'" exclamó Aykroyd. La sala de operaciones se llenó de aplausos grabados mientras el videoclip de "You Might Think" comenzaba a proyectarse en una de las pantallas.
"¡Mira, es ese ratón gigante otra vez!", Mike rio. "Este video es una locura, ¿eh? Todo ese rollo de Ocasek siendo una mosca, un robot... ¡es brillante! Es tan absurdamente creativo que engancha al instante."
"Y la canción es puro The Cars. Ese sintetizador inicial te atrapa, y la voz de Ric con ese tono irónico... Es pegadiza sin ser simple", comentó Lenny, ajustando los niveles de la música en los monitores de los presentadores. "Es la melodía perfecta para una obsesión. Te persigue, te rodea, te hace pensar que la canción sabe más de ti de lo que crees."
Mientras los vítores seguían resonando en el Radio City Music Hall, un joven asistente corrió por la sala de operaciones con una bandeja de cafés fríos. "¡Lenny, Mike! ¿Queréis uno? La señora Midler acaba de pedir un batido de mango y no hay ni uno en todo el edificio".
Mike tomó un café. "No me extraña. Bette está en su salsa. ¡Mira cómo coquetea con Dan! Se lo están pasando en grande."
Magic
"¡Siguiente video, por favor!", se escuchó la voz de los productores. La pantalla cambió para mostrar el videoclip de "Magic", con Ric Ocasek bailando en el agua.
"Hablando de magia, esta canción sí que tiene algo especial", dijo Mike. "Esa guitarra tan limpia al principio, y luego la melodía se construye de una forma tan delicada... Es como un cuento de hadas de los ochenta. La voz de Ric aquí es más suave, casi susurrante, pero te envuelve por completo. Y ese estribillo... ¡puro pop elegante!"
Lenny asintió, su mirada fija en los niveles de audio. "Tiene razón el chaval. Es una canción que te lleva a otro lugar. El bajo de Benjamin Orr es hipnótico, y esos teclados... tejen una atmósfera única. Es melancólica pero a la vez optimista, como si creyeras en la magia a pesar de todo."
De repente, un destello de luz cegó momentáneamente a los técnicos. Era Cyndi Lauper, que acababa de pasar por el pasillo exterior de la sala, con un vestido tan colorido que parecía un arcoíris en plena explosión. Estaba saludando a la cámara con su energía habitual.
"¡Esa mujer no para! Es un torbellino", comentó Lenny, con una sonrisa. "Me pregunto cómo hará para mantener ese nivel de energía."
"Pues la mitad de los que están aquí se están comiendo las uñas, ¿sabes?", respondió Mike. "He visto a un productor con la cara más blanca que un fantasma hace un momento."
Drive
La siguiente canción en la secuencia fue "Drive". La imagen de Benjamin Orr cantando, bajo una luz tenue, llenó la pantalla.
"Y aquí viene el momento emotivo de la noche", murmuró Mike, casi con reverencia. "Benjamin Orr en su máximo esplendor. Esta canción... esta canción es una obra maestra. Es pura emoción. La letra, la interpretación, esa melodía de teclado tan sencilla pero tan poderosa... Te llega directamente al corazón. Es una de esas canciones que te hacen pensar, que te acompañan en los momentos de soledad."
Lenny se quitó los auriculares y se apoyó en el respaldo de su silla. "Es la balada definitiva de los 80, ¿verdad? No hay alardes, no hay fuegos artificiales, solo una vulnerabilidad brutal. La forma en que Benjamin canta 'Who's gonna drive you home?'... te rompe por dentro. Es la perfección en su simpleza. Y la producción de Mutt Lange aquí es clave, porque no la sobrecarga, la deja respirar y que la emoción fluya."
En el escenario, se escuchaba un murmullo de fondo. Michael Jackson había aparecido de repente entre bambalinas, saludando a la audiencia. Los gritos de las fans resonaban incluso a través de las paredes insonorizadas.
"¡La cosa se pone interesante! Michael en la casa", dijo Mike, con una chispa en los ojos. "Apostaría algo a que los niveles de ruido ambiental se van a disparar en unos segundos."
Hello Again
La pantalla cambió de nuevo, y apareció el vídeo de "Hello Again", con un toque más narrativo y misterioso.
"Otra joya de Ric Ocasek", comentó Lenny. "Tiene ese ritmo hipnótico, ¿no? Como si te estuviera contando un secreto. La letra es un poco enigmática, pero la melodía te engancha de inmediato. Es más oscura que 'Magic', pero con esa misma elegancia. Los sintetizadores crean una atmósfera casi de película de suspense."
Mike asintió. "Sí, es el lado más experimental de The Cars, pero sigue siendo accesible. Ese interludio instrumental es increíble, te atrapa por completo. Es el tipo de canción que te hace querer escucharla una y otra vez para desentrañar todos sus secretos. Es esa forma en que juegan con los silencios, con las texturas del sonido... son unos maestros."
Un cable se soltó de una de las conexiones, provocando un pequeño chisporroteo. Lenny lo reconectó con rapidez, casi sin mirar.
"¡Un susto menos!", dijo Mike. "Imagínate que se nos cae el sonido justo cuando están a punto de anunciar el último premio. Nos cuelgan de las antenas del edificio."
"No les des ideas. Ya bastante tenemos con los caprichos de algunos artistas. Hace un momento, el mánager de Prince estaba exigiendo que bajaran la temperatura del aire acondicionado en su camerino a cero grados. ¡Cero! ¿Qué se cree, un pingüino?", se quejó Lenny, con un resoplido.
Heartbeat City
Finalmente, la pantalla mostró el video homónimo del álbum, "Heartbeat City".
"Y para cerrar este viaje, el tema que da nombre al disco", dijo Mike, con un brillo en los ojos. "Es la esencia de The Cars concentrada en una canción. Ese ritmo bailable, esa melancolía pop, la voz de Ric que te guía por la ciudad del latido. Es una canción que te hace sentir que estás en medio de algo grande, de la vida misma pulsando a tu alrededor."
Lenny sonrió. "Totalmente. Es la canción perfecta para resumir el álbum. Tiene ese toque urbano, esa frialdad de la ciudad, pero con un latido humano que no puedes ignorar. Los teclados son el corazón de la canción, y la guitarra de Elliot Easton es sutil pero efectiva. Es la culminación de todo lo que The Cars representa: modernidad, melancolía y un ritmo innegable."
La gala llegaba a su fin. Los presentadores se despedían, las luces del Radio City Music Hall se atenuaban, y los aplausos finales resonaban en la sala.
"Bueno, Mike, otra misión cumplida", dijo Lenny, estirándose. "Ahora viene lo divertido: el desmontaje. Y luego, a procesar todas las grabaciones para la retransmisión europea."
"Me pregunto qué estarán diciendo en sus casas los que han visto el premio a The Cars", Mike reflexionó, mientras apagaba monitores. "Seguro que muchos están descubriendo 'Heartbeat City' ahora mismo, o redescubriéndolo."
"Eso espero. Es un disco que merece ser escuchado y reescuchado. Un clásico instantáneo, te lo aseguro. Y ahora, a por esos cables. La noche es joven, o al menos, la madrugada lo es para nosotros."
Epílogo
El álbum 'Heartbeat City' de The Cars, publicado el 13 de marzo de 1984, no fue solo un disco más en la prolífica década de los ochenta; fue un hito. Producido por la mente maestra de Robert John "Mutt" Lange, conocido por su trabajo con AC/DC y Def Leppard, el álbum pulió el sonido New Wave característico de la banda, dándole una capa de pop sofisticado y accesible sin sacrificar su esencia artística.
El disco fue un éxito rotundo, alcanzando el número 3 en el Billboard 200 de Estados Unidos y generando varios sencillos de gran éxito. De hecho, fue su álbum más vendido hasta la fecha. "You Might Think" se convirtió en un himno, y el innovador videoclip que lo acompañaba fue un pionero en la era de MTV, ganando el premio al Video del Año. Sin embargo, fue la balada "Drive", cantada por Benjamin Orr, la que se catapultó a la estratosfera, alcanzando el número 3 en el Billboard Hot 100 y convirtiéndose en uno de los temas más icónicos de la década. Otras canciones como "Magic" y "Hello Again" también tuvieron una gran rotación en la radio y en MTV.
La recepción de la crítica en su momento fue en gran parte positiva, elogiando la madurez compositiva de Ric Ocasek y la habilidad de la banda para fusionar sintetizadores con guitarras de rock de una manera única. Se destacó su capacidad para crear melodías pegadizas sin caer en la superficialidad, y su producción fue considerada de vanguardia. 'Heartbeat City' no solo consolidó la posición de The Cars como una de las bandas más influyentes de su tiempo, sino que también dejó un legado musical que sigue resonando, confirmando que, a veces, los latidos de una ciudad pueden ser la melodía de toda una generación.
Podcast



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