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Publicado noviembre 17, 2025 por Aurelio Vázquez Sánchez con 0 comentarios

Eagles-Desperado

Eagles Desperado alternativa

Un Oeste de Forajidos y Rock and Roll

El Viejo Oeste es un cementerio de sueños, un escenario de polvo, balas y, sobre todo, melancolía. Un lugar donde la vida del forajido, la del hombre que vive a la sombra de la ley, siempre termina igual: solo y enjaulado.

Cuando los Eagles publicaron su segundo álbum, Desperado, en 1973, hicieron algo más que tocar country rock. Utilizaron el mito del Oeste y, en particular, la figura de los hermanos Dalton (sí, los mismos que inspiran el martirio recurrente de Lucky Luke) para crear un álbum conceptual. Su misión fue trazar un paralelismo brillante: comparar la vida del pistolero y el outlaw, con la vida de las estrellas de rock en la carretera. Ambos viven "fuera de control", en un torbellino de fama efímera y soledad, destinados a quemarse rápido.

Por eso, para entender a los Eagles, y la belleza austera de Desperado, debemos viajar a la única prisión de la que los Dalton nunca podrán escapar: la narrativa de su propia torpeza. En este artículo, seguiremos el rastro de Lucky Luke, de la mano de Joe, Jack, William y Averell Dalton, como si fueran los protagonistas de un nuevo cómic. Pero en realidad, serán los encargados de presentarnos, las mejores canciones que, a mi modo de ver, definen este álbum tan extraordinario de los Eagles, como es Desperado.

Prepárense. Lucky Luke no solo es el vaquero que dispara más rápido que su propia sombra; hoy será el encargado de traernos La Playlist del Yeyo más fugitiva y rockera de este lado de la frontera.

"Doolin-Dalton"

Escena: Una celda polvorienta, y sucia, en la cárcel del condado de Red Rock.

La mañana se acercaba a la pequeña ciudad fronteriza, pero dentro de la celda de los hermanos Dalton, la noche seguía siendo una tortura de ambición y ruido. La celda era una pieza de artesanía lamentable: cuatro literas chirriantes, un cubo oxidado que hacía las veces de letrina y una ventana tan pequeña que ni siquiera el más flaco de los hermanos (Jack o William, dependiendo de quién hubiese comido menos ese día) podía soñar con usarla.

los Dalton en la carcel

Y allí estaban ellos, los Dalton, cuatro forajidos destinados a la fama y al fracaso a partes iguales, todos vestidos con el inolvidable uniforme de rayas verticales, negras y amarillas (el sastre de la prisión de Texas era un hombre de gustos llamativos).

  • En un rincón, Joe, el bajito, era un volcán de menos de metro y medio. Sus ojos inyectados en sangre miraban el suelo como si este tuviera la culpa de todos sus males. Era el cerebro, el más peligroso y el que más echaba de menos su revólver.
  • Junto a él, Jack y William, los hermanos medianos, parecían meros ecos de la rabia de Joe, preocupados solo por evitar su siguiente bofetón.
  • Y finalmente, Averell, el gigante. Un coloso desgarbado que medía al menos dos cabezas más que Joe. Averell, por su parte, solo estaba preocupado por el desayuno.

JOE DALTON: (Golpeando la pared con un puño que no le hacía daño a nadie). ¡Maldita sea! ¡Hemos pasado de ser los amos del Oeste a ser la burla de este agujero de ratas! Una vez fuimos leyenda, ¡ahora somos una balada triste y lenta!

AVERELL DALTON: (Acercándose a la rejilla). ¿Balada? No me gustan las baladas, Joe. Las baladas no tienen ritmo para bailar.

JOE DALTON: (Poniendo los ojos en blanco, la rabia borboteándole). ¡No me refiero a bailar, idiota! ¡Me refiero a cómo la gente habla de nosotros! Somos los Doolin-Dalton, un grupo de desdichados que nunca aprendieron a ser listos.

Joe no se daba cuenta, pero su descripción era casi una reseña musical. Los Eagles en su canción "Doolin-Dalton" hacían exactamente eso: narraban la vida de estos bandidos con una melancolía rural y suave, más como un suspiro del destino que como un grito de guerra. La música era country rock tranquilo, casi un lamento, reconociendo que la vida del forajido siempre termina en derrota. Era una canción para un funeral, no para una fuga, lo cual cabreaba aún más a Joe.

JOE DALTON: (Señalando una telaraña con indignación). ¡Nos tratan como si fuéramos unos pobres tipos que no saben vivir! ¡Pero vamos a demostrarles que Joe Dalton no se rinde!

AVERELL DALTON: (Entusiasmado por la nueva idea). ¿Una revancha? ¿Vamos a jugar a las cartas, Joe?

JOE DALTON: (Exasperado). ¡Vamos a escapar! Y vamos a demostrarle al mundo que la nuestra no es una balada lenta, ¡sino un trueno que nadie puede parar!

Y así, mientras la calma de la canción "Doolin-Dalton" envolvía el mundo exterior, el pequeño Joe Dalton ya estaba sembrando las semillas de su próximo desastre, un huracán personal a punto de desatarse.

"Out of Control"

Escena: La fuga está en marcha. Caos y torpeza.

La fuga, como todos los planes de Joe Dalton, empezó con una gran promesa y degeneró rápidamente en una ópera bufa. Joe había logrado convencer al guarda, un tal O'Malley, de que Averell se estaba atragantando con un hueso de pollo imaginario. Cuando O'Malley se acercó, Joe le dio un sartenazo—o, más bien, un golpe con el cubo oxidado del rincón.

La banda estaba fuera, corriendo por la noche. O’Malley gritaba detrás de ellos con una voz tan aguda que espantaba a los coyotes.

los Dalton huyen de la carcel

Mientras el caos de la fuga hacía eco, un ser cuadrúpedo y ridículo se unía a la persecución, tropezando con una lata vacía. Era Rantanplán, el perro supuestamente más tonto del Oeste, asignado a la vigilancia. Estaba convencido de que los Dalton no estaban huyendo, sino jugando a las escondidas.

RANTANPLÁN: (Ladrando con entusiasmo mal dirigido). ¡Guau! ¡Qué divertido! ¡Vamos a encontrar al hombre de rayas! ¡Seguro que tiene un premio! (Y en lugar de seguir a los fugitivos, Rantanplán se fue corriendo tras un conejo que pasaba).

JOE DALTON: (Jadeando mientras corre). ¡Eso es! ¡Somos libres! ¡Somos la fuerza que no se puede parar! ¡Estamos... fuera de control!

AVERELL DALTON: (Que corría arrastrando el cubo oxidado que Joe usó para el golpe). ¿Fuera de control? ¿Eso significa que podemos ir a la cocina, Joe? Tengo la sensación de que se me escapó el postre.

JACK DALTON: (Mirando hacia atrás con terror). ¡Joe, ese es Lucky Luke a caballo! ¡Y no parece nada contento!

El aire nocturno ya no era tranquilo. De repente, todo era adrenalina pura. El caos era total. Joe gritaba órdenes, Jack y William tropezaban con todo, y Averell seguía preguntando por comida.

La música de los Dalton había pasado de ser el lamento de "Doolin-Dalton" al frenesí de "Out of Control". Esta canción de los Eagles tenía un tempo acelerado, guitarras eléctricas incisivas y un pulso de batería urgente, el sonido perfecto para una carrera desesperada. Reflejaba la idea central: una vez que el forajido se lanza, el mundo se mueve demasiado rápido. Joe sentía que era libre, pero en realidad, la vida del outlaw era pura reacción, un huracán de malas decisiones que te arrastra hasta que no puedes controlarte a ti mismo. Por eso la música sonaba tan frenética, como si le faltara el aire.

JOE DALTON: (Ocultándose torpemente detrás de un barril). ¡Concentración, idiotas! ¡Debemos mantener el control!

LUCKY LUKE: (Cabalgando tranquilamente sobre Jolly Jumper, que trota sin esfuerzo).

JOLLY JUMPER: (Pensamiento irónico). Si los Dalton estuvieran "fuera de control" de verdad, irían a robar el banco de inmediato. Por ahora, solo están "fuera de lugar".

"Tequila Sunrise"

Escena: Horas después de la fuga. Los Dalton, exhaustos, se han refugiado en un cañón seco, esperando el amanecer. Lucky Luke los sigue a una distancia prudencial.

El frenesí de la fuga se había evaporado con el esfuerzo. Los Dalton se habían escondido tras una formación rocosa, sucios, hambrientos y empapados en el sudor frío del pánico. El ruido metálico de su carrera ('Out of Control') había sido sustituido por el silencio seco del desierto.

los Dalton descansan de su huida

JOE DALTON: (Intentando recuperar el aliento, con un hilo de voz). Lo... lo hicimos. ¡Somos libres! Ahora a esperar que amanezca para…

AVERELL DALTON: (Lloriqueando). Estoy tan cansado. Y tengo hambre. ¿No podríamos haber robado un poco de pan antes de salir? El sol está a punto de salir, Joe. ¿Eso significa que hay desayuno?

WILLIAM DALTON: (Mirando el horizonte). No seas tonto, Averell. El sol trae a Lucky Luke. Y ya sabes lo que eso significa.

Los cuatro hermanos se acurrucaron, sintiendo el frío de la mañana. Joe miró el horizonte púrpura, donde las primeras luces anunciaban el día. No era la libertad gloriosa que había soñado; era solo otra mañana de huida, otro día de soledad.

La luz que anunciaba el peligro se sentía, irónicamente, como un trago amargo y dulce a la vez. Era un amanecer de resaca, un Tequila Sunrise. Los Eagles capturaron ese sentimiento a la perfección en esta canción, una balada de country-rock melancólica, suave y agridulce, que se convierte en un himno a la soledad del forajido. No habla de disparos, sino de romance fallido y oportunidades perdidas. El desperado se despierta solo, lamentando que su estilo de vida le ha costado todo lo bueno. Es el momento de los Dalton, para pensar: "¿Realmente vale la pena?".

JACK DALTON: (Murmurando, tapándose con una manta raída). ¿Sabes, Joe? A veces pienso que si hubiéramos elegido ser panaderos, seríamos mucho más felices. Menos tiros, más bollos.

JOE DALTON: (Sacudiendo la cabeza, rechazando la ternura). ¡Cállate, Jack! ¡No pienses en esas cursilerías! Nosotros nacimos para la fama... aunque ahora estemos aquí, despertando solos con la luz en la cara, como en esa cancioncita que a Lucky Luke le gusta tararear a veces. ¡Es un sentimiento de perdedor!

Mientras Joe se negaba a admitir su miseria, la silueta de Lucky Luke, sentado tranquilamente en una roca a lo lejos, observando sin prisa, era la única confirmación que necesitaban: el forajido siempre es un hombre solo en el horizonte. 

"Desperado"

Escena: Lucky Luke se acerca al campamento de los Dalton, encontrando a Joe solo en un momento de vulnerabilidad.

Lucky Luke había seguido a los Dalton por instinto, sin prisa, sabiendo que el desierto haría su trabajo mejor que cualquier bala. Cuando llegó al cañón, encontró a Jack, William y Averell profundamente dormidos. Solo Joe Dalton, el cerebro, estaba despierto, sentado sobre la arena, jugando con una piedra.

El frío del amanecer comenzaba a morder, y Rantanplán, que había perdido al conejo y a los Dalton, encontró a Lucky Luke a lo lejos. El perro se acurrucó inmediatamente a sus pies.

joe dalton frente a lucky luke

RANTANPLÁN: (Acurrucado). ¡Qué duro es ser un perro policía! ¡Tanto correr! ¡Menos mal que este vaquero tranquilo me da calor! (Y Rantanplán cerró los ojos, creyendo haber capturado al mismísimo Lucky Luke).

Luke desmontó de Jolly Jumper con su calma habitual. El caballo ofreció un comentario irónico, pero Luke no le hizo caso. Se acercó a Joe, que ni siquiera se inmutó.

LUCKY LUKE: (Con voz tranquila). Parece que no ha sido la fuga gloriosa que planeaste, Joe. Solo estás más cansado.

JOE DALTON: (Sin mirar arriba). Vete al infierno, Luke. ¿Qué quieres? ¿Un circo? Llévanos de vuelta y ya está.

LUCKY LUKE: No. Quiero que te preguntes algo. ¿No estás cansado de ser el "Desperado"?

El nombre de la canción resonó en el aire seco.

"Desperado" es el corazón emocional y musical del álbum. Es una balada atemporal, grandiosa y dolorosa, basada en el piano. No es una canción sobre el crimen, sino sobre la soledad y la negativa a ser amado o salvado. Es el momento en que los Eagles dicen al forajido: "Abre los ojos, no cierres las puertas de tu corazón". Es la cima de la composición, una canción épica y sencilla con una lírica poética que te llega al alma. Es la melodía que Joe Dalton no se atrevía a escuchar.

JOE DALTON: (Levantándose de un salto, con los puños apretados). ¡No necesito que me salves, vaquero! Yo soy el dueño de mi vida, ¡la vida del forajido que no se rinde!

LUCKY LUKE: (Señalando a sus hermanos dormidos). Eres un forajido que tiene miedo. Tienes miedo de abrir esa puerta, esa que tienes en tu corazón, y dejar que alguien te ayude. Estás tan empeñado en ser el tipo duro que no te das cuenta de que la vida que llevas ya es una prisión.

JOE DALTON: (Dudando, pero sin admitir la verdad). ¡Solo me llevarás a la cárcel!

LUCKY LUKE: Tarde o temprano, todos los desperados vuelven a casa, Joe. Es su destino. La pregunta es: ¿lo harás por tu propio pie o atado?

"Doolin-Dalton (reprise)" / "Outlaw Man"

Escena: La conversación entre Lucky Luke y Joe ha terminado.

La tensión entre Joe y Lucky Luke se cortaba con un cuchillo, pero la calma duró poco. Los otros tres Dalton despertaron con el olor a café que el vaquero, en un acto de justicia, se estaba preparando.

AVERELL DALTON: (Olfateando ruidosamente). ¡Café! ¡Es la hora de la comida!

JOE DALTON: (Gritando). ¡Silencio, inútiles! ¡Hemos fallado! ¡Lucky Luke nos ha atrapado!

La resignación de Joe flotó en el aire, fría y lenta, un suspiro de derrota que casi se podía escuchar. Era el sonido de la "Doolin-Dalton (reprise)", una breve y trágica vuelta al lamento inicial de la banda. El forajido sabía que su camino estaba cerrado.

La banda sonora de este fracaso no podía ser otra. Los Eagles usan el "Doolin-Dalton (reprise)" como una nota musical que dice: "Aquí vamos de nuevo". Es una resignación rápida, la admisión de que la vida del bandido es un ciclo interminable. Pero inmediatamente, el álbum da paso a "Outlaw Man". Este tema sí que tiene ritmo de galope, un southern rock poderoso con un toque áspero de blues. Es la canción de la huida final, del hombre que sabe que no tiene salvación y huye hacia adelante, hacia no se sabe donde.

Y en ese momento, el instinto tomó el control. Joe no estaba dispuesto a irse atado sin luchar. Sacó un revólver de juguete que tenía guardado por un error en una caja de cereal, y lo apuntó inútilmente hacia Luke.

JOE DALTON: (Con la voz temblando entre la rabia y el miedo). ¡No nos atraparás tan fácil! ¡Somos los forajidos! ¡El Outlaw Man no se rinde!

LUCKY LUKE: (Negando con la cabeza). No sois forajidos. Sois hombres tontos que corren en círculos.

los dalton siguen huyendo

Lo que siguió fue un caos de acción rápida y torpe. Los Dalton corrieron a tropiezos por las rocas, intentando montar un par de caballos salvajes. Lucky Luke se limitó a montar en Jolly Jumper, iniciando una persecución sin prisa, pero absolutamente efectiva. El ritmo de la escena era el de la canción: un galope incesante hacia la prisión.

AVERELL DALTON: (Cayendo de su caballo a los pocos metros). ¡No corráis tan rápido! ¡Esto es muy cansado para el cuerpo del forajido!

Al final, Lucky Luke, sin siquiera desenfundar su arma, se limitó a esperar a que Joe Dalton se quedara sin aliento y se rindiera, aceptando que la ley del Oeste, y la ley del destino, siempre ganan.

"Saturday Night"

Escena: Los Dalton, ya atados, son llevados de vuelta a la cárcel por Lucky Luke. Atardece, y la ciudad de Red Rock se prepara para la noche.

Los cuatro hermanos Dalton caminaban cabizbajos, atados con una soga al paciente Jolly Jumper. Joe estaba en el extremo, mascullando amenazas, y Averell, en el otro, murmuraba sobre la injusticia de tener que caminar. Lucky Luke cabalgaba tranquilamente a su lado, silbando una melodía despreocupada.

los dalton capturados

La tarde se estaba volviendo noche. Al acercarse a Red Rock, se escuchaba un rumor de música que salía del saloon principal. Era el sonido de un pueblo preparándose para su noche de sábado, libre de las preocupaciones de los forajidos.

AVERELL DALTON: (Mirando el cielo). Oh, ¡es sábado por la noche! En la cárcel ponían chocolate extra en el postre los sábados.

JOE DALTON: (Le da un codazo a Averell). ¡Cállate, glotón! ¡No hables de la cárcel como si fuera un hotel de cinco estrellas! ¡Es un infierno!

LUCKY LUKE: (Sonriendo ligeramente). No es un infierno, Joe. Es solo el lugar donde terminan los que no saben disfrutar de su "Saturday Night" a tiempo.

La escena se bañaba en la luz dorada del atardecer, y la canción de los Eagles, "Saturday Night", encajaba perfectamente. La canción es una balada suave, hermosa y reflexiva, que habla de crecer, de la pérdida de la inocencia y de las oportunidades perdidas. El mensaje subyacente de la canción es simple, pero cruel para los Dalton: aprovecha tu momento de libertad y alegría antes de que el destino te alcance y sea demasiado tarde. Es el contraste brutal entre la vida libre que Joe desprecia y la que ahora añora desde su soga.

WILLIAM DALTON: (Reflexionando en voz baja). Es verdad. Siempre estamos demasiado ocupados huyendo para darnos cuenta de que existe una "Noche de Sábado" normal.

En ese momento, apareció Rantanplán, que por fin había encontrado la soga de los Dalton, convencido de que estaba "ayudando".

RANTANPLÁN: (Ladrando con orgullo y tropezando con la soga). ¡Aquí están, amo! ¡Los he traído! ¡Qué perros tan listos somos!

JOE DALTON: (Mirando a Rantanplán con desprecio). ¡Lo que me faltaba! ¡El perro más tonto del Oeste cree que nos ha capturado!

JACK DALTON: (Con resignación). Tranquilo, Joe. Al menos él está feliz en su ignorancia.

Mientras pasaban por el Saloon, Joe Dalton, el eterno soñador de la fortuna, pudo oír el eco del piano. No era la música épica que había imaginado para su vida de forajido, sino una melodía suave, un recordatorio de que la vida sencilla y feliz se le había escapado.

fantasia desperado

Y así, los hermanos Dalton regresaron a su celda, listos para empezar de nuevo el ciclo, con el sonido de una inocente "Saturday Night" resonando en sus oídos.

Los barrotes de la cárcel volvieron a cerrarse sobre los Dalton. Esta vez, Joe ni siquiera protestó; solo se sentó en su litera, agotado. Lucky Luke, tras entregar a los forajidos y silbar un último tono, montó en Jolly Jumper y cabalgó hacia el sol.

Pero la historia de los Dalton, y la del álbum Desperado de los Eagles, es más que un simple ciclo de fuga y captura. Es una advertencia que viaja desde el Viejo Oeste hasta nuestros días.

El mensaje que los Eagles nos regalan en esta obra conceptual no es sobre el miedo a la ley, sino sobre el miedo a la vulnerabilidad. El Desperado, ya sea en un caballo o en una gira de rock, es un ser humano acorralado por su propia soledad, alguien que se niega a "abrir esa puerta" (como dice la canción homónima) para dejar entrar el afecto y la ayuda. La moralidad musical es clara: la vida de un forajido es dura, solitaria y siempre termina mal.

No seas un Joe Dalton. No te encierres en tu rabia y tu ambición solitaria. El destino del forajido es triste, pero tú no tienes por qué seguirlo. La vida tiene momentos hermosos (una "Tequila Sunrise" tranquila o una "Saturday Night" feliz) si te permites verlos. No esperes a que tu vida se sienta "Out of Control" para darte cuenta de que el mejor camino no es el de la huida, sino el de la conexión y la humildad. Abre la puerta.

Epílogo y Reseña

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epilogo desperado

Más allá de la cómica odisea de los hermanos Dalton y su destino cíclico, que tan bien ilustra la soledad del forajido, el álbum Desperado de The Eagles es una obra de mérito musical indiscutible cuya recepción ha cambiado dramáticamente con el paso del tiempo. Publicado el 17 de abril de 1973, este segundo esfuerzo de la banda fue, en su momento, una obra que dejó perpleja a la crítica y a los oyentes. Al ser un álbum conceptual centrado en la narrativa del Viejo Oeste y sus proscritos, en contraste con el country rock más directo y accesible de su debut, la obra resultó un fracaso comercial inicial; solo logró alcanzar un modesto puesto número 41 en la lista Billboard 200 de Estados Unidos, una cifra decepcionante para una banda de su calibre. Además, los sencillos extraídos, "Tequila Sunrise" y "Outlaw Man", tuvieron un rendimiento discreto en las listas, sin acercarse al éxito que el grupo cosecharía en años posteriores.

Sin embargo, el tiempo ha sido el juez más amable y, a la vez, más certero con Desperado. Lo que en 1973 se veía como una desviación melancólica y demasiado narrativa, hoy se considera una obra maestra conceptual y un punto de inflexión en la carrera de Don Henley y Glenn Frey. El álbum, que ha sido certificado Doble Platino en ventas en Estados Unidos, demuestra una profundidad compositiva inigualable. La crítica actual lo venera, destacando especialmente la brillantez de la composición homónima, "Desperado", una balada de piano atemporal que ha pasado a ser considerada una de las mejores canciones de la historia del rock. Esta revalorización le valió la inducción al Salón de la Fama de los Grammy en el año 2000. Hoy, el álbum no se ve solo como un conjunto de canciones, sino como una meditación madura sobre la fama, la soledad y la inevitabilidad del destino, consolidándose como una pieza esencial del country rock de los años setenta, donde la melancolía del "Doolin-Dalton" y la intensidad de "Outlaw Man" se entrelazan para contar una historia mucho más profunda que la simple persecución de un vaquero por unos bandidos.

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La Opinión del Yeyo

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Este Desperado de los Eagles, no lo llegué a conocer en su tiempo, por lo que tampoco pude conocer de su poco éxito y poca repercusión que tuvo entre el público de aquellos años 73 en adelante. De los Eagles, el primer álbum que conocí, y tampoco en su tiempo, sino algo más tarde, fue el Hotel California, que ya he tratado en La Playlist del Yeyo; y cuando comprobé la maravilla de disco que habían hecho, quise, como siempre he hecho, indagar un poco en su discografía anterior. Escuché sus grandes éxitos, y me encantaron, y tuve claro que esta banda americana, de rock clásico, debía figurar en mi playlist vital.

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Choqué con este Desperado, y después de escucharlo una vez, me encantó, y lo disfruté una y otra vez. Había conocido de pequeño, los comics de Lucky Luke, y sus famosos forajidos, los Dalton, y ya en la época de internet, y la Wikipedia, leí que este Desperado era dedicado a esta temática de los forajidos, y sus destinos. Por eso, en este humilde y sencillo blog que estoy confeccionando, decidí, cuando le tocó el turno de este álbum, crear una pequeña historieta de mi admirado jinete solitario, mas rápido que su propia sombra. Es mi pequeño homenaje a este comic tan maravilloso, que tantas alegrías me dio cuando era pequeño y leía en la biblioteca de al lado de mi casa.

En cuanto a mi opinión sobre este fantástico disco, a mi me parece un álbum muy representativo del rock americano, y clásico; es una delicia escuchar esas guitarras, esas voces, el ritmo que le imprimen las baterías, tiene unas melodías muy típicamente rockeras, por eso lo de clásico, y por supuesto, esa ambientación country, del lejano oeste, y del mundo western, que me apasiona. Y qué decir de las preciosas baladas que contiene este Desperado, Saturday Night, o Desperado, son muy hermosas, y a mi me calman hasta el ritmo cardíaco. Me viene a la memoria, alguna de esas películas del oeste americano, protagonizadas por John Wayne, o Glen Ford, y tantos otros grandes actores del western. Pero este Desperado, tiene su propia personalidad, los Eagles han sabido darle ese carácter tan western, y a la vez tan típicamente americano, con esas instrumentaciones que parecen salidas del mismísimo Kentucky.

Cuando escucho por ejemplo, Twenty-One, o la versión instrumental de Doolin Dalton, me transportan a los western, donde tocaban los vaqueros aquellos banjos, o mandolinas y cantaban en grupo, alrededor de una hoguera. Ya os lo he dicho en mas de una ocasión, me declaro fan del rock americano, y de esa música tan típicamente country, y por eso, no puedo dejar de incluir este discazo en La Playlist del Yeyo. No podía faltar.


Podeis visitar la página de La Playlist del Yeyo, en la que están ubicados todos los videos colgados en el blog, a modo de playlist, incluidos los de los Eagles, para que los disfruteis todos juntos, y en el orden que querais. También teneis una emisora con La Radio del Yeyo, que contiene los hits de las décadas de finales del siglo XX. Y si buscas una canción o un video que no está en La Playlist del Yeyo, lo puedes localizar en el Buscador del Yeyo, procurando especificar bien el video o canción que quieres localizar.

¡¡Hasta la próxima!!


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